Resistente a los golpes
Desafío
G-SHOCK DW-5600 SERIES vs SEMI-TRAILER TRUCK
¿Aguanta la resistencia a los golpes del G-SHOCK en América?
¿Es realmente resistente el G-SHOCK? Para probarlo, en nuestra edición anterior realizamos un experimento de resistencia a los golpes utilizando un DECO-TORA. Esta vez, con Los Ángeles como escenario, lo llevamos al siguiente nivel preparando un enorme camión semi-remolque usado para el transporte de carga.
Con un peso asombroso de 27.215 kg – más de cuatro veces el del experimento anterior – es un tamaño raramente visto en Japón.
¿Puede el querido G-SHOCK de Japón resistir la prueba definitiva de durabilidad, incluso en América? Sé testigo de los resultados de nuestro impresionante experimento, capturados tanto en foto como en video.
Superando expectativas
Durabilidad extrema
El experimento tuvo lugar a una hora en coche del centro de Los Ángeles, cerca del parque Vasquez Rocks – famoso como escenario de la película El Planeta de los Simios – en un extenso rancho en el desierto. Mientras el centro de Los Ángeles es un núcleo de tecnología avanzada, vehículos eléctricos y taxis autónomos, este lugar se siente como un rincón olvidado del Oeste americano – donde casi esperarías ver vaqueros cabalgando junto a sus caballos.
Exactamente a las 10:00 AM, un enorme camión semi-remolque apareció sobre la colina, listo para poner al G-SHOCK a la prueba definitiva en la vasta naturaleza. Con una longitud impresionante de 22 metros – casi 2,5 veces la del DECO-TORA (unos 9 metros) usado en la prueba anterior – era una verdadera bestia. Con cinco ruedas a cada lado y un peso total de 27.215 kg, sus profundas huellas en la arena daban testimonio de su inmensa masa. Incluso el equipo de grabación, que había ganado confianza en la resistencia del G-SHOCK después del último experimento, no pudo evitar sentir un nudo en el estómago ante la magnitud de lo que estaba por suceder. A las 10:58 AM, bajo el abrasador sol californiano, comenzó el experimento. El motor del camión rugió, levantando una espesa nube de polvo en el aire. El suelo tembló bajo el estruendo ensordecedor. Una vaquera a caballo guió el camión hacia el punto de destino. Pero, cuando el motor rugió, el caballo, asustado por el ruido, lanzó un relincho agudo y aceleró el paso. El camión avanzó en persecución, levantando nubes de polvo mientras se acercaba. Y entonces – el impacto. El G-SHOCK fue aplastado bajo los monstruosos neumáticos, sacudiéndose violentamente mientras cada una de las cinco ruedas pasaba implacablemente sobre él. Los segundos se hicieron insoportablemente largos mientras el reloj desaparecía bajo el peso de la bestia. Cuando el camión finalmente se detuvo, el equipo dudó, intercambiando miradas cautelosas antes de avanzar. ¿Había sobrevivido? ¿Seguía intacto el G-SHOCK? El polvo se asentó. Y lentamente – el reloj se reveló bajo la nube giratoria. “10:58:35… 10:58:36…”
Sin un rasguño, el G-SHOCK seguía marcando el tiempo, firme en la hora estándar del Pacífico. Vítores y suspiros de alivio resonaron por todo el rancho. La vaquera, ahora usando con orgullo el G-SHOCK aplanado, se mantuvo erguida – su caballo encabritado a su lado, como si lanzara un rugido triunfante.
Una vez más, el G-SHOCK había demostrado su resistencia inigualable en esta prueba americana definitiva. ¿Dónde tendrá lugar el próximo experimento? ¿Cómo llevará el G-SHOCK al límite la durabilidad la próxima vez? Mientras la vasta naturaleza se desvanecía en la distancia, pusimos nuestra mirada en Japón – ansiosos por el próximo desafío.