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Resistencia a impactos
Desafío

G-SHOCK DW-5600 contra DECO-TORA

G-SHOCK DW-5600 contra DECO-TORA

¿Es el G-SHOCK realmente tan resistente?

¿Cuánto impacto puede soportar realmente este reloj de pulsera?
Para demostrar la resistencia que define al G-SHOCK,
se realizó una prueba de impactos sin precedentes.
Para representar la ambientación de Tokio de la revista,
la prueba presenta el icónico “DECO-TORA”, un camión decorado de la cultura japonesa.
¿Puede soportar el peso de un camión de más de 6000 kg?
Informaremos sobre este experimento revolucionario en nuestras páginas.

G-SHOCK
G-SHOCK
0,052 kg
FRENTE A
DECO-TORA
DECO-TORA
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Creer en la
resistencia del G-SHOCK

La “RESISTENCIA ABSOLUTA” es el concepto detrás del G-SHOCK.
Desde su lanzamiento en la década de los ochenta, se han realizado
varios experimentos para poner a prueba esta afirmación. Entre ellos, uno de los más famosos es el anuncio donde un reloj G-SHOCK se golpea como a un disco de hockey. El video publicitario tuvo un impacto tan grande en los espectadores en los Estados Unidos, que posteriormente, se creó un video diferente para investigar si no era un anuncio falso.

Después de ganar popularidad por su resistencia a los impactos en la década de los noventa, el G-SHOCK se integró a diversas culturas convirtiéndose en
un artículo de moda. Ahora, más de 40 años desde su lanzamiento, tratamos de reafirmar su resistencia. En este contexto, se decidió llevar a cabo un desafío revolucionario: aplastar un G-SHOCK con un “DECO-TORA” (camión decorado) en Tokio.

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El día del experimento, el DECO-TORA apareció en el estacionamiento, iluminado por la resplandeciente puesta de sol que se reflejaba en las nubes. Con un peso de más de 6000 kg, el camión marcaba un evidente contraste con respecto al ligero G-SHOCK de 0,052 kg. A pesar de confiar en su resistencia, sentíamos cómo se nos aceleraba el corazón ante la vista de tal disparidad de tamaño. Después de los preparativos de las medidas de seguridad y el rodaje, comenzó a caer la oscuridad de la noche junto con una lluvia ligera y, finalmente, los dos oponentes se enfrentaron.
Mientras el equipo de filmación observaba con atención, el conductor arrancó el motor, y las vibraciones y el rugido del camión aumentaron la tensión. El DECO-TORA comenzó a moverse salpicando entre charcos que reflejaban las luces llenas de colores que lo decoraban. Gradualmente, el camión aceleraba y cambiaba de marcha hasta alcanzar casi 40 km/h. La distancia entre las dos partes se acortó, lo que transmitía las vibraciones al G-SHOCK.
Entonces llegó el momento: entraron en contacto. Los neumáticos delanteros y traseros del camión pasaron por encima del reloj dos veces, lo que produjo un golpe seco que resonó en el estacionamiento. El cristal que se había colocado debajo se rompió en incontables pedazos, y el monitor mostraba cómo el G-SHOCK se mecía dramáticamente por el impacto.
¿Seguiría funcionando? La cámara se acercó lentamente al reloj, la ansiedad era latente. Pasó un segundo; luego, dos segundos.
El G-SHOCK seguía funcionando, indemne y preciso.
“¡Funciona!”. El equipo de rodaje respiró con alivio llenando el estacionamiento de aplausos y gritos de alegría. Las luces brillantes del DECO-TORA parecían fuegos artificiales de celebración en la oscuridad.
El enfrentamiento, “G-SHOCK frente al DECO-TORA”, concluyó triunfalmente con el G-SHOCK emergiendo victorioso.

G-SHOCK

Cuarenta años después, el G-SHOCK sigue siendo tan resistente como siempre. Este experimento reafirmó esa durabilidad. ¿Qué podría realmente poner a prueba la resistencia del G-SHOCK? Esa noche nos dejó reflexionando.

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