Steve Olson, ahora en sus 63 años, nació y creció en Long Beach, California. Comenzó a practicar skateboarding en la década de 1970, se profesionalizó a los 16 años y se convirtió en el primer campeón de skateboarding vertical. También fue pionero en mezclar el skateboarding y el punk rock, una combinación que aún influye en los skaters de hoy en día. El equipo de skateboarding de Babylon, presentado en esta edición, continúa ese legado de una manera moderna. Olson siempre ha estado a la vanguardia y su enfoque en la vida se conecta naturalmente con el espíritu de G-SHOCK.
Al reflexionar acerca de cómo el skateboarding ha moldeado su perspectiva sobre el crecimiento y la responsabilidad, Olson comentó lo siguiente: “No hay nada que sea permanente. Cuando empezamos con el skateboarding, patinábamos solo porque nos fascinaba y eso era todo. Luego, de repente, mejoré poco a poco, y a los 16 años, me vi involucrado en todo este mundo del skateboarding profesional. Tuve que convertirme en un adulto siendo más joven. E hice un buen trabajo. Creo que ser un adulto significa que asumes más responsabilidades a medida que envejeces. Pasas de ser un niño a un adolescente, a un adulto joven, a un adulto y, luego, a un adulto mayor. A lo largo del tiempo, cargas cada vez con más y más responsabilidades. Ser adulto es muy divertido”.

Ser un adulto significa asumir responsabilidades. Probablemente, todos pueden identificarse con el peso de esas palabras. Sin embargo, pensar positivamente acerca de cómo disfrutar de esa responsabilidad es lo que enriquece la vida. “Patino con mi hijo (Alex Olson, skater profesional) y mi nieto. Patinamos por estas colinas cerca donde viven, ya que mi nieto tiene un año y medio de vida. Y, en cierta manera, esa es la mejor parte de toda mi experiencia en skateboarding hasta ahora. Poder ver tres generaciones y, además, ver su rostro cuando llega su abuelo. Van por la calle en sus patinetas y, luego, de repente y sin previo aviso, llega “Boom Boom”. Así me llama mi nieto. Me deslizo y giro frente a ellos. Luego, se deslizan frente a mí y cambian la dinámica. Eso es realmente genial”. Para Olson, que ha pasado su vida sobre una patineta, poder compartir esto con su hijo y su nieto aporta un tipo diferente de alegría. Es algo que no habría sido posible sin la vida que ha construido y la responsabilidad que conlleva.

En el 2015, Olson participó en el evento G-SHOCK Profiles Zine Vol. 4, organizado por G-SHOCK, en el cual aportó fotos de G-SHOCK en su entorno cotidiano. A menudo usa un reloj G-SHOCK mientras patina o monta en su motocicleta. “Creo que [G-SHOCK] es una marca de relojes muy futurista. La idea de la resistencia es única y supera la prueba del tiempo". Cuando le preguntamos qué es lo que hace que un reloj G-SHOCK sea genial, la respuesta de Olson fue simple: “Poder mirarlo y ver qué hora es. ¿Verdad? Un G-SHOCK sirve para ver la hora. Usa sus capacidades al máximo. ¿Sabes qué hora es? Sí, tienes que revisar tu G-SHOCK. Es la hora de G-SHOCK".

Su estudio está lleno de trofeos de competencias de skateboarding que ganó cuando era adolescente.
Sin embargo, lo que más destaca son las fotografías de sus queridos hijo y nieto. Dedicar tiempo y pasión a su familia es una parte esencial de la forma de vida de Olson.